Leemos en Deia que la Sala de lo Social del TSJ de la Región de Murcia ha desestimado el recurso que un trabajador presentó contra la resolución del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) que, en un expediente de revisión de oficio, rebajó la incapacidad absoluta a incapacidad permanente total. Según apoya la sentencia, las patologías que presentaba el trabajador han evolucionado de modo que ya no está incapacitado para toda clase de trabajo. Se da la circunstancia de que la situación de incapacidad absoluta fue declarada, porque, a consecuencia de un ACV isquémico, el trabajador padeció una hemiparesia izquierda “leve” acompañada de cefalea severa, depresión y un “trastorno severo de comportamiento, hasta el punto de que no podía tolerar las frustraciones y tenía un estado de agresividad” ante frustraciones mínimas, pero según el INSS y la sala, “no se observa en él una sintomatología afectiva mayor ni signos de inestabilidad” lo que según el titular se resume en que “ya tolera que le lleven la contraria”.